Nadie nos molesta. Hacia el final de la
tarde, estoy tumbada con la cabeza en el regazo de
Peeta, haciendo una corona de flores
mientras él juguetea con mi pelo, alegando que está practicando sus nudos.
Después de un rato, sus manos se quedan quietas.
― ¿Qué? ― Pregunto.
― Desearía poder congelar este momento,
justo aquí, justo ahora, y vivir en él para siempre.
Normalmente este tipo de comentario, el
tipo que insinúa su amor inmortal por mí, me hace sentir culpable y horrible.
Pero me siento tan cálida y relajada y tan por encima de toda preocupación por
un futuro que nunca tendré, que dejo que se escape la palabra:
― Vale.
Puedo oír la sonrisa en su voz.
― ¿Entonces lo permitirás?
― Lo permitiré
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Holaa! Gracias por comentar en mi blog, tus comentarios me alegran y me ayudan a mejorar, no dudéis en comentar, y recordar que me podéis enviar frases a: elblocdeorangeeyes@gmail.com (: